COMPORTAMIENTO INDIVIDUAL DEL MASÓN

 

El comportamiento individual debe estar acorde con el de todo hombre que se encuentra en un proceso crecimiento interior y ansía elevar su espíritu a niveles más altos, para ello debemos evitar que éstos queden atados a vicios profanos que entorpecen y perturban la espiritualidad del templo material e inmaterial.

No podemos esconder nuestro comportamiento individual y colectivo dentro del subconsciente y seguir viviendo y comportándonos como simples seres mortales, miembros de un club social donde la tertulia se transforma en el principal centro de atención.

La práctica del Ritual de Emulación se presenta como necesaria para vivir la dramatización de las liturgias, vinculando el actuar con el camino de la redención espiritual, descartando toda conducta que dañe la esencia pura que nos llama a ser masones fieles y verdaderos.

Es evidente, que sería un error de proporciones desviar la mirada hacia el comportamiento profano, lo cual nos haría caer en la apatía y en la falta de compromiso olvidando todo juramento y cayendo en situaciones que estancarían nuestros sanos intereses.

Como seres que hemos recibido el beneficio de la iniciación debemos impulsar el desarrollo espiritual, demostrando humildad, tolerancia, fraternidad y “caridad”, siendo prácticos con los misterios que develan el verdadero camino, procurando no ser un obstáculo para aquellos que encuentran al interior del Templo Material el perfeccionamiento del Templo Inmaterial.


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