Durante largo tiempo ha existido la necesidad de acercar alguna luz sobre las significaciones básicas de la Masonería, así como elucidar el significado oculto de su simbolismo.
Esto debe realizarse, sin entrar en ese mundo de sueños y fantasías que aparecen con asombrosa facilidad conduciendo frecuentemente quien investiga, al mundo maravilloso de la ilusión.
Mucho se ha escrito sobre el significado de la Masonería, y mucha discusión ha surgido en conexión con sus variados aspectos, en relación a su edad posible y a su tradición.
Muchos consideran al trabajo masónico como de crecimiento relativamente moderno, aunque posiblemente basado sobre algún antiguo sistema de moralidad, alegoría y trabajo práctico.
Algunos miran a la Masonería como siendo de origen tan antiguo que su historia está perdida en la noche misma del tiempo; y ellos por lo tanto, consideran toda especulación acerca de su edad, como una pérdida de tiempo; otros también le asignan contener esos principios y leyes que deben gobernar a todas las organizaciones fraternales, y de interrelación social de los seres humanos.
Muchos la consideran esencialmente religiosa en su origen e implicaciones y como básicamente divorciada de toda actividad puramente exotérica, teniendo un propósito enteramente espiritual.
Otros simplemente la ven como remanente de las antiguas Hermandades, y como moderna edición de aquellas fraternidades que florecieron en la Edad Media.
Ellos basan sus explicaciones, en los antiguos Constructores de las Catedrales y se enorgullecen de la perpetuación de sus antiguas actividades y del sistema de rituales que puede o no, haber gobernado el trabajo de los constructores de la antigüedad.
Algunos masones creen que la Masonería es de origen especialmente judío, y en consecuencia se preguntan acerca de su interés en algo que parece tan extraño al tipo de mente occidental, pues los judíos pertenecen a una raza oriental, y sus tradiciones son orientales cuando se las compara con la europea o americana.
Otros ven en la Masonería simplemente una Orden secreta que puede tener gran poder si es desarrollada apropiadamente, y la divorcian de toda enseñanza y de valores educativos y espirituales.
La consideran como una pieza de maquinaria que puede ser de valor en alguna emergencia política o religiosa, como constituyendo un cuerpo secreto definidamente organizado y rápidamente disponible para divulgar alguna propaganda deseada. Otros aman el ritual y son cautivados por la maravilla y el misterio del trabajo y los rituales masónicos.
Ellos reaccionan con interés y entusiasmo al trabajo sobre el piso del Templo, a las propiedades rítmicas y a la dignidad de los procedimientos ceremoniales.
Otros se inclinan por el poder adjudicado al V.M. y por el misterio simbólico del gobierno de la Logia.
Estos muchos ángulos de visión e interpretación son significativos en si mismos de la importancia de la Masonería.
El hecho curioso y vital, por lo tanto, reside en que a través del mundo, cientos de miles de hombres encuentran su camino dentro de la Masonería, y se mantienen unidos mediante su mutuo interés en el trabajo masónico, así como a través del secreto y misterio del emprendimiento.
EL presente escrito no pretende tratar la historia ortodoxa, la autenticidad de los rituales o la secuencia histórica de la Masonería a medida que se ha desarrollado a lo largo de los años en diferentes países.
Eso ha sido analizado hábilmente en muchas investigaciones relacionadas con el tema. Las bibliotecas masónicas están colmadas de libros que tratan la historia de la Masonería, con sus antiguas tradiciones, con los elementos controversiales conectados con su apariencia a través de los tiempos, y con la discusión de sus rituales, orígenes e interpretaciones.
Aquí se dejará, para quienes las evidencias históricas y las relaciones comparativas son de gran importancia, algunos indicios de su existencia.
Valdría buscar información válida acerca del espíritu mismo de la Masonería y de su significación interna y posibles interpretaciones de valor esotérico; de la enseñanza interior y de la vida que está detrás de las formas exteriores, así como de los rituales.
Lo importante son las realidades espirituales internas que subyacen en las formas simbólicas exteriores, ellas comprometerán de mejor forma el interés por saber más acerca de la esencia masónica, no solo de los valores relativos de los diferentes Ritos y a la autenticidad histórica.
Existirán muchos puntos que pueden ser en esta época objeto de discusión controversial, o foco para el entusiasmo partidario en grupo de personas en particular, muchos detractores han existido, existen y seguirán existiendo, no es objetivo de este resumen hacerlos cambiar de opinión, ni establecer mayores diálogos conciliatorios que puedan considerarse innecesarios o indeseables.
Trataremos aquí a la Masonería como un todo, respecto de sus líneas generalmente reconocidas.
De esta manera, puede que logremos un nítido cuadro en nuestra mente de ese propósito divino en desenvolvimiento que la Masonería intenta desarrollar, y de esa revelación que ella mantiene (quizás en custodia) para la humanidad, y que tal vez esté al borde de la revelación, ahora que los hombres han alcanzado un estado en que pueden pensar inteligentemente y responder conscientemente a las ideas.
El Gran Carpintero de Nazareth, uno de los Constructores que trabajan bajo el G.A.D.U. nos ha dicho que en el "final de los tiempos" las cosas secretas serán sencillas y que las cosas ocultas se gritarán desde los tejados.
Aquello que hasta ahora ha sido velado, misterioso y secreto, se declara estar al borde de la revelación, pues éste es el final de los tiempos.
Muchos pensadores del presente, están convencidos que estamos al comienzo de una nueva era.
Ellos llegaron a este punto de vista desde muchos amplios y diferentes ángulos, pero existe una aparente unanimidad de creencia sobre este tema.
En consecuencia, nosotros podemos estar en el medio de ese período donde los secretos del pasado se harán públicos.
Las tendencias de nuestras investigaciones modernas, en cada aspecto de la vida y pensamiento humanos, y las declaraciones de la prensa actual apoyan esta idea.
Si esto es así y está en línea con el proceso evolutivo, entonces el aspecto oculto y esotérico de la Masonería también está sujeto a un proceso similar y se "hará sencillo" de manera que "aquel que busque pueda encontrar".
Seguramente la búsqueda de la luz, que ha sido la mayor preocupación de los hombres en todos los tiempos, algún día debe resultar exitosa y la luz afluir; iluminando los lugares ocultos y arrojando sus rayos en los velados secretos de la vida de la humanidad.
La Fraternidad Masónica, no es un sistema arbitrario y sin sentido, de procedimientos simbólicos y rituales ceremoniales, sino que es una descripción alegórica de un grande y divino proceso, donde la voluntad de Dios actúa con relación a la humanidad, a la sabiduría, fortaleza y belleza dentro de Su universo que mantiene revelado, porque bajo los ensayos simbólicos, el Plan es evidenciado para aquellos que posean la clave del significado de los símbolos, los números y el ritual.
La Masonería describe el constante progreso de un ser humano, de la oscuridad a la luz, de la ignorancia al conocimiento y de la muerte a la inmortalidad.
En los tres grados simbólicos encontramos una descripción precisa del progreso del alma humana, desde el momento en que ella aparece en la forma, hasta el tiempo en que el gran trabajo se lleva a cabo, y el candidato a la iluminación, trabajador en el Templo del Señor, termina su carrera al ser elevado a la maestría.
En oscuridad y ceguera él penetra en el Templo, pasa al lugar de aprendizaje y, paso a paso, huella el camino hacia la luz; entonces es elevado simbólicamente desde los muertos, y de la soledad de la tumba entra a la gran fraternidad de los Maestros Masones, que son la expresión sobre la tierra de la divina Fraternidad que existe en la Logia del Más Elevado.
El modelo de verdad que subyace en las formas exteriores de la Masonería con sus tres grandes ceremonias (culminando" en el sublime grado de Maestro Masón") constituyen la mayor unidad masónica, y el Primer, Segundo y Tercer grado contienen todos los elementos necesarios para que el hombre pueda arribar a la comprensión de sí mismo, y del universo en el cual debe desempeñar su pequeña parte.
Dos líneas mayores de pensamiento se deben tener en mente a medida, que se desee profundizar en el estudio de este vasto tema:
1. El desenvolvimiento del Plan del Creador para Su universo. Este es revelado a través del simbolismo.
2. El desenvolvimiento del individuo a medida que progresa de grado en grado, dominando paso a paso el trabajo de la Obra, hasta que finalmente tome su lugar como Maestro y pueda recibir la palabra sustitutiva, que cuando sea encontrada, significará la liberación de la humanidad del trabajo en construcción. Tiempo que no ha llegado todavía.
Será además necesario considerar este tema desde un ángulo del macrocosmo o del universo como un todo, y también desde el ángulo del microcosmos, o del individuo dentro de ese todo.
Una cosa sin embargo debe ser reconocida desde el comienzo y es que la Masonería (como todo aquello que el hombre ha tocado) es parcialmente correcta y parcialmente incorrecta.
Ella no existe como sistema puro y no distorsionado de la verdad.
Mucho de lo que se ha deslizado es espurio, mal aplicado, mal interpretado y mal comprendido.
Mucho necesita ser eliminado y mucho más requiere ser insertado; es necesario arreglar y reformular bastante.
El ataque hacia aquello que es indeseable; y el esfuerzo de probar (histórica y simbólicamente) que el cambio está garantizado, es materia de un prolongado estudio.
Si estas sugerencias no despiertan vuestra la atención, y si las interpretaciones indicadas no llevan luz al estudiante, que permitan demostrarle la necesidad de buscar la verdad dentro de sí con la mayor diligencia.
Dentro de cada ser humano está el lugar de la luz y dentro del Templo del Espíritu humano debe ser buscado el camino de la luz.
De esta realidad, la forma exterior de la Masonería es solamente el símbolo.
La luz dentro del individuo.
La luz dentro del universo.
Tal es el mensaje de la Masonería.
La Palabra ha surgido desde la Logia en lo Alto: "Que se haga la Luz".
Era tras otra, se ha visto el crecimiento de la luz dentro del universo, tanto figuradamente en el crecimiento del conocimiento humano, como literalmente en la iluminación física del mundo.
La palabra surge también desde el centro de luz de cada ser humano: Que se haga la luz.
En la esfera de la vida diaria, cada candidato a la luz, desde su progreso en el Oeste, yendo hacia el Este en busca de la luz, está sujeto a esos procesos que lo conducen a la revelación de la luz dentro suyo, y en esa luz él vera la Luz.
En épocas pasadas, la humanidad golpeó las puertas del Templo y fue admitida.
La humanidad entró en la vida manifestada y, ciega y amarrada, inició su camino a tientas alrededor del templo de la vida en oscura búsqueda.
Finalmente el hombre encontró su sendero hacia el Norte, y la primera etapa de su búsqueda fue concluida.
Así entró en el definido entrenamiento para la tarea de la Obra.
Se deslizaron las edades, hasta que el tiempo llegó en que la humanidad había hecho suficiente progreso en las etapas rudimentarias del gran trabajo, de manera que –habiendo adquirido habilidad en las tareas más arduas de trabajo y silencio- , los hombres pudieron pasar a un entrenamiento más definido.
Se les pudo confiar más hábil labor, y pudieron recibir alguna recompensa por su realización.
El período intermedio de desenvolvimiento había llegado, y la humanidad logró responder a un planeado proceso de educación.
Paso a paso la raza holló el camino del aprendizaje; las civilizaciones llegaron y pasaron, bajo la inspiración de un constante aumento de irradiación de la luz, que fluía desde el Este.
Etapa tras etapa, las artes y las ciencias desempeñaron su parte y desarrollaron las ocultas capacidades del hombre, hasta que el hombre de hoy es receptor de la herencia de todas las edades.
Heredó de los Operarios del pasado el conocimiento de cómo construir el Templo del Señor, de manera tal, que sus perfiles son ahora claros y definidos y su belleza puede verse emergiendo como gran maravilla.
La humanidad de hoy golpea nuevamente las puertas del Templo y está preparada por primera vez en la historia, para descender hasta los portales de la muerte, con "el objeto de ser elevada a la vida".
No es posible que nosotros estemos viviendo en un período de la historia racial, en la cual la humanidad como un todo, esté pasando a través de las etapas del sublime grado final que coronará todo el esfuerzo anterior, y le permitirá elevarse, mediante el esfuerzo unido de todos los buenos Maestros Masones, dentro de esa fraternidad y servicio que marca la consumación del trabajo de las Logias Simbólicas.
Tal es la esperanza y comprensión de los muchos masones en este tiempo, que ven la verdadera significación de la Masonería, y saben que es un sistema de actividad conducente a un objetivo definidamente espiritual.
La Masonería podría en primer lugar, considerarse como una escuela de entrenamiento ético.
Sin embargo, es mucho más que eso.
Se supone que cada masón deba ser de buena reputación y bien recomendado.
Entra en la Masonería para "aprender a subyugar sus pasiones" y "mejorarse a sí mismo".
La Masonería es también una escuela de entrenamiento en la cooperación y el trabajo fraternal. Implica por lo tanto, la sumersión de todo lo personal y en consecuencia de las actitudes temperamentales por el bien de la Obra.
Cuando un masón pasa por la puerta del Templo y toma su asiento dentro, debe advertir que es simplemente un masón y que todos dentro del Templo son para él, compañeros masones y obreros en el trabajo, ocupados como él, en la tarea de construir el Templo Universal.
Los justos y disgustos personales deben descartarse.
Los propósitos egoístas y el espíritu de separatividad no deben existir en su servicio.
La construcción del Templo es el objetivo uno y uniforme, y todo lo demás está subordinado a este propósito.
La Masonería busca inculcar esta actitud mental de muchas maneras.
La meta de la humanidad en esta época es alcanzar el espíritu de cooperación grupal y el desenvolvimiento de la conciencia grupal.
Esto debe indicar el rol que la unidad juega dentro del todo, y la interacción de la parte en la estructura mayor.
En ningún lugar puede ser esto aprendido mas profunda y efectivamente que en la Masonería.
La Masonería es un sistema de símbolos y alegorías que está llamado a llevar hacia:
a.- La Revelación del subyacente propósito del G.A.D.U., pues, a medida que el Templo del Señor se construye, Su sabiduría, fuerza y belleza puede brillar y la gloria del Señor ser revelada.
b.- La Inspiración del Individuo. Cuando el hombre busca dirigir su vida y asuntos, la Masonería se convierte en un medio a través del cual él puede contribuir al todo, al fortalecimiento de su hermano masón, al enriquecimiento de la Logia, y al embellecimiento de ese centro en la gran logia del mundo, donde todo masón debe desempeñar su parte, desde la adherencia a los principios masónicos, su ejemplificación de la tradición masónica y su intensa preparación para el episodio final, en el cual enfrenta la muerte y logra la resurrección a través de su fe en Dios, su paciencia en la aflicción y su conocimiento de las leyes bajo las cuales trabaja la Masonería.
c.- Información profética. Detrás de todo el trabajo masónico y subyaciendo en sus rituales y simbolismo, puede encontrarse (para aquellos que buscan y tienen 'el ojo que ve') una estructura de la verdad que compendia el pasado de la humanidad, que indica el presente y garantiza proféticamente el futuro. Esto surge cuando se conoce en detalle los diferentes aspectos del trabajo masónico. Es de importancia secundaria en qué momento se emplee la aplicación práctica inmediata de la Masonería, pero ella tiene sus usos y propósito, porque permite a los masones avanzar con coraje y optimismo. El profeta de lo antiguo nos ha dicho que "donde no hay visión, el pueblo perece".
En la Masonería la visión se enciende en el Este, y hacia la materialización de esa visión trabajan todos los buenos masones.
Desde otro ángulo podríamos especular que la Masonería encarna simbólicamente el drama de la evolución humana, y representa para nosotros, los pasos mediante los cuales el hombre alcanza la meta de la liberación.
El progreso hecho por el candidato desde que entra al Templo por primera vez, y pasa de un grado a otro, puede ser estudiado como una dramática representación de la búsqueda de la luz, y la Palabra de Dios que caracteriza a cada alma.
La Masonería describe la eterna búsqueda.
En total ignorancia, ciego e indefenso, el hombre entra al Templo de la Vida.
Progresivamente llega a la mayor luz y conocimiento; se hace merecedor de recibir una recompensa y más tarde puede llegar a un aumento de grado.
Aún más tarde llega a la realización de aquellas indicaciones ocultas que garantizan su empuje en la búsqueda de la P. P. que sólo puede ser buscada por un verdadero M. M.
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