RAZA ARIA NUESTROS PROGENITORES (32°)


Sublime Príncipe Del Real Secreto 32°

Nuestra liturgia del Grado XXXII, menciona literalmente y enfatiza en más de una ocasión, que nuestros conocimientos provienen de los “Arios”, y que estos son nuestros progenitores.

La raza aria, hiperbórea o polar, quizás existieron como tal, pero en muchas ocasiones quienes fueron personas físicas, templos o lugares geográficos, se convierten en mitos y hasta en alegorías místicas conteniendo veladamente algunas verdades.

El mito alegórico de la raza aria, se remonta mucho antes de Cristo, y de hecho, la ideología nazi de Adolfo Hitler sobre la supremacía aria, no tiene relación con la idea original, ni mucho menos, con la alegoría que trata de transmitir la Masonería Escocesa al respecto.

Nuestros templos simbolizan alegóricamente al hombre, el planeta tierra y el universo. Al oriente se encuentra simbólicamente el sol, de donde procede la luz de la consciencia, el conocimiento, y la sabiduría. El taller esta circunvalado por doce columnas con los doce signos del zodiaco a semejanza como lo hizo Moisés en Ex. 24:4 “Moisés escribió todas las palabras del SEÑOR, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel”.

Además de designar a estas doce columnas como las tribus de Israel, otros escritores mencionan que son las doce razas humanas que han existido o que se completaran al final del gran ciclo, y algunos más dicen que son los doce sephiroth de la cábala, considerando a la sephirah “Daath” y al “árbol” entero como dos sephiroth más. Esto último contradiciendo al Sepher Yetzirah que dice “Los inefables sephiroth son diez y no nueve, diez y no once”.

La columna “Aries” es la primera de las doce, iniciando al nor-este de nuestro templo, que viene siendo el cordero de Dios, el primogénito y unigénito emanado del Sol del oriente, las once columnas restantes, son proyecciones de la inmediata anterior, que en realidad, vienen siendo la síntesis o suma de todas las anteriores.

Los “Arios” provienen de “Aries”, la primera creación, la cual poseía potencialmente todo lo que habría de ser; Los nombres como también los colores, tiene su significado e importancia en la ciencia mística, por ejemplo: el color negro de la piel de Balkis la Reina etíope de Saba, color que captura o aprisiona todos los colores del espectro de la luz, como en el libro apócrifo de Enoc, donde alegóricamente las mujeres seducen a los ángeles y los retienen hasta que les transmitieron sus secretos; La raza aria eran de piel blanca, color que posee en sí mismo y de la cual se podía emanar todos los colores en forma individual.

“Aries” es el portador del fuego emanado del sol, pues astrológicamente se le relaciona con el elemento “fuego”, como Iblís, Prometeo, Lucifer y todos los dioses y semi-dioses solares que son portadores del fuego divino de la consciencia y vida.

Friedrich Von Licht dice en su libro <El Fuego Secreto> dice que La palabra “Aries” es un anagrama de “Aires”. 

Elemento vital para sostener el fuego y la vida. Aire, como lo dice la Biblia: “Y Jehovah Dios, insuflo en la nariz de Adán aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” Gn.1:7. 

Friedrich Von Licht va más allá al comentar: “Hacer volar el águila significa, según la expresión hermética, hacer salir la luz de la tumba y llevarla a la superficie”… ¿Se refiere al cuerpo humano como tumba y a la consciencia o alma como el águila?… Esto me recuerda al Maestro Masón que afirma: “La acacia me es conocida, y que la conoció en la fosa de nuestro M,’, Hiram”.

“En la mitología griegaHiperbórea era una región situada en las tierras septentrionales aún desconocidas, al norte de Tracia

Su nombre (en griego(Υπερ βορεία) Hyper Boreas, ‘más allá del norte’) deriva precisamente de que se creía que el dios-viento Bóreas habitaba en Tracia, y los hiperbóreos, sus hijos, lo harían más al norte de este reino, en el país de Hiperbórea.”. E. Wikipedia.

El Real Arte de la Masonería Escocesa, grita fuertemente su ascendencia esotérica, pero hablar en estos términos es difícil aún entre nuestros propios hermanos Masones, porque muchos de ellos descalifican tal ascendencia, y prefieren encontrarle sentido intelectual a la filosofía Masónica relacionándolas con la moral y al amor fraternal, palabras que en muchos casos, no en todos agraciadamente, solo son ruidos y tinta sobre el papel, porque Masones “no son todos los que están, ni están todos los que son”.

Todo el simbolismo y alegorías de las enseñanzas Masónicas hablan sobre el hombre, porque él es la llave e inicio de todo conocimiento. Porque los elementos con los que fuimos formados, más el conocimiento aceptado y establecido por las ciencias y la sociedad, nos proporciona las estructuras mentales como una lente a través del cual observamos y teñimos cuanto percibimos y comprendemos.

El hombre para comprender la realidad “cierta”, primero debe alcanzar la libertad, tomándose ésta ultima como la capacidad de pertenencia propia. Donde poco a poco se va quitando la escoria sobre los conocimientos y creencias que nos fueron heredadas, y que no tienen una realidad cierta, pero que si nos dificultan nuestro andar evolutivo.

El símbolo es plurivalente de acuerdo al esquema donde se presentan. Como un ejemplo de lo anterior, tenemos al águila, símbolo solar, de realeza, Hidalguía, y dioses celestes entre otras cosas más. Por lo tanto, algunos HH,’, podrían tener alguna percepción algo diferente al presente, y esto no descalifica a ninguno de ellos, sino al contrario, lo enriquece y amplia.

Grave error seria considerar el presente trabajo como algo literalmente cierto, absoluto y terminado. Sería tanto como repetir el mismo error que algunas religiones cometieron al tomar los “símbolos” y “alegorías” como verdades literales, absolutas, infalibles, tangibles y concretas en sí mismas, quedándose con las formas vacías de espíritu y muertas cual ídolos de barro e imágenes sobre papel.

Todas las tradiciones autenticas proceden de un mismo y único arcano, lugar de donde han emergido todos los dioses y demonios que la humanidad ha tenido. Es desde este arcano de donde han surgido también todas las historias cosmogónicas y homogónicas con diferentes actores y teatros según la cultura y el momento histórico que se está viviendo, pero todos reservan ciertos puntos de coincidencia que los une como con un hilo de oro. Arcano que no es otra cosa que el inconsciente colectivo (Carl Gustav Jung), del cual brotan o emergen como “arquetipos” que el hombre actual les define forma, intencionalidad y teatro de acción. … La liturgia del Gr. 18 Caballero Rosacruz menciona indirectamente algo que se relaciona con esta “memoria colectiva o universal” al referirse a la existencia de una consciencia y mente cósmica.

Todas las culturas y tradiciones hablan de lugares, razas y personas mitológicas, de dioses, templos y lugares sagrados, que son mitos para algunas personas, pero para otros son alegorías reveladoras de verdades veladas por lo aparente.

Lo escrito es letra muerta, es la mente humana es quien les da vida al despertar a los dioses que dormitan en ellas.

Todo escrito es inconcluso. El presente es solo una brizna de algo mucho más grande y profundo, y solo tiene el propósito de despertar la curiosidad y el deseo de investigar. La tradición Masónica Escocesa descansa fuertemente en la tradición Hebrea, y muy particularmente en la Cábala, y todo esto a la vez, tiene raíces profundas en la psique o psicología humana. Sí te es posible, lleva este tema hasta un estado de meditación profunda de consciencia pura, donde el “Maestro Secreto” que portas en tu interior, pueda hablarte con voz insonora aquello que es propio del alma.

“Oh Rey, hay un país en las pendientes nevadas del Himalaya cuyo pueblo está dotado de riqueza y valor, y se ha asentado en la frontera de Kosala. Por clan son arios de la raza solar, shakyas por nacimiento. De esa familia procedo, y no deseo cosas mundanas. Contemplando la miseria de los deseos y pasiones, considerando la renuncia como fuente de paz, me esfuerzo en seguir mi camino, y el nirvana es mi objetivo.” – Siddhartha Gautamá, siglo V.a.C.


“Spes Mea In Deo Est” (1)

Pax Vobiscum (2).


Nota:

Símbolo y alegoría no son verdades en sí mismos, solo señalan hacia ella.

El presente son reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente representan la opinión de la orden.

No escribo para todos, sin embargo, todos son invitados a leer.

Culiacán, Sinaloa. México. Sábado 26 de julio del 2014.


Bibliografía:

Liturgia Gr. 32 Sublime Príncipe Del Real Secreto. R,’, E,’, A,’, A,’,

El Fuego Secreto.- Friedrich Von Licht.


Glosario:

(1).- “Spes Mea In Deo Est” Mi esperanza está en Dios.

(2).- “Pax Vobiscum” La paz sea con vosotros.

Raza aria.- Es un concepto cuya aceptación alcanzó su auge en el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Vino inspirado por el descubrimiento de la familia de lenguas indoeuropeas. Los etnólogos del siglo XIX propusieron que todos los pueblos europeos de raza blanca eran descendientes del antiguo pueblo de los arios.

Hiperbórea.- En la mitología griega, era una región situada en las tierras septentrionales aún desconocidas, al norte de Tracia. Su nombre (en griego(Υπερ βορεία) Hyper Boreas, ‘más allá del norte’)? deriva precisamente de que se creía que el dios-viento Bóreas habitaba en Tracia, y los hiperbóreos, sus hijos, lo harían más al norte de este reino, en el país de Hiperbórea. Se les atribuían costumbres primitivas: Sileno, en una de sus fábulas, decía que fueron los primeros hombres en ser visitados por los habitantes de otro continente más allá del océano que, asustados por lo que se encontraron, regresaron a su país y no volvieron más.

De los hiperbóreos se decía que eran inmortales, además de ser descritos como Dioses. El dios Apolo conducía cada diecinueve años su carro hacia esta región para rejuvenecer. También se dice que a Medusa la desterraron a aquellas tierras- E. Wikipedia.

  1. –Palabra que resulta de la transposición o reordenación de las letras de una palabra en de otra, como ejemplo: «Roma» es anagrama de «amor».


FUENTE: https://centauro996.wordpress.com/raza-aria-nuestros-progenitores-32/

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