ENSEÑEMOS A NUESTROS HIJOS...
Había una vez un maestro muy sabio que vivía en un pequeño pueblo, a menudo, los niños del lugar se acercaban a él para aprender cosas nuevas.
Un día, un niño llamado Lucas se acercó al maestro y le preguntó: "Maestro, ¿qué es la empatía?"
El maestro sonrió y le pidió a Lucas que caminaran juntos hacia el río que estaba cerca, mientras caminaban, el maestro observó a un pez nadando en el agua. Entonces, el maestro dijo: "Lucas, ¿ves ese pez en el agua?"
Lucas asintió con la cabeza y respondió: "Sí, maestro, lo veo."
El maestro continuó: "Imagina que ese pez está atrapado en una red y está luchando por liberarse. ¿Qué crees que sentiría el pez en ese momento?"
Lucas pensó por un momento y respondió: "Creo que se sentiría asustado y atrapado, maestro."
El maestro asintió y le dijo: "Exactamente, Lucas. "Empatía es poder ponerse en el lugar del otro, entender lo que siente y tratar de ayudarlo, si nosotros pudiéramos ser como ese pez, y sentir lo que él siente, podríamos entender su sufrimiento y buscar una forma de ayudarlo."
Lucas reflexionó sobre las palabras del maestro y preguntó: "Pero, maestro, ¿cómo podemos ser empáticos con las personas?"
El maestro sonrió y respondió: "La empatía comienza por escuchar y prestar atención a las personas que nos rodean, debemos tratar de comprender sus emociones, sus alegrías y sus tristezas. Es importante ser amables y respetuosos, y tratar a los demás como nos gustaría ser tratados."
Lucas pareció entender y dijo: "Entonces, si veo a alguien triste, debo acercarme y preguntar si necesitan ayuda o si simplemente necesitan que alguien les escuche, ¿verdad, maestro?"
El maestro asintió con orgullo y dijo: "¡Exactamente, Lucas! Ser empáticos significa mostrar compasión, amor, respeto y muchas otras cosas por los demás, me alegra tanto que me hallas comprendido...!!!
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