Soy un viajero y un navegante; y cada día descubro nuevas regiones dentro de mí mismo.
Nadie sabe lo que es capaz de hacer, si no sabe con qué cuenta.
Se ha dicho que el hombre es la obra suprema de la naturaleza. Entonces, ¿por qué comete tantos errores y tantas injusticias? Indudablemente que las más de las veces por ignorancia, pero muchas más, por maldad o por incomprensión.
Conocer anatómica y fisiológicamente nuestros sentidos, es tomar conciencia de los maravillosos instrumentos orgánicos con que contamos para la comunicación integral con nuestros semejantes y el mundo que nos rodea.
Conocer nuestros sentidos y utilizarlos, masónicamente, es emplear nuestros más valiosos recursos para servir a nuestros semejantes y para disfrutar las emociones estéticas más excelsas que la naturaleza puede ofrecernos.
Assim, conoced y utilizad las maravillosas cualidades de vuestros sentidos para percibir, en la naturaleza, todo lo que existe en las formas, los colores, los sonidos, los aromas, los sabores, el calor, el frío, la dureza y la tersura de los objetos, las personas, sus acciones, sus ideas y sus sentimientos.
Utilizad vuestros sentidos para dar a vuestra vida la verdadera razón de ser:
“vivir para servir, porque el que no vive para servir, quizá no sirva para vivir”.
En la Masonería, el número 5 se relaciona con los cinco sentidos humanos: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. Estos sentidos son fundamentales para percibir el mundo que nos rodea y nos ayudan a tener una experiencia completa de la realidad.
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